El problema
Observando a vista de pájaro una embarcación que navega en ceñida, se aprecia cómo el viento provoca que tanto la embarcación como las velas se doblen, acelerando por el hueco existente entre la vela mayor y el foque y ralentizándose cuando se topa con la resistencia del casco y los aparejos. Al igual que el agua que circula sobre una roca en un río, el flujo de aire se dobla alrededor de los obstáculos. Un sensor de viento que se coloque en mitad de este flujo sometido a perturbaciones solo puede medir lo que experimenta por sí mismo, lo cual no es representación fiel de las condiciones del viento.